Sus logros a nivel internacional son notables y en diciembre sumará uno más, cuando dispute el Mundial de Clubes, a sus escasos 44 años de edad, pero el guardameta lo toma con calma y asegura que tiene los pies sobre la tierra. Óscar Pérez, podría presumir lo que le venga en gana, sin embargo, asegura no ser presuntuoso y amenaza con ir por más.
“No, la verdad no me siento leyenda. Me siento más jugador y que siempre he tratado de dar lo mejor, tratado de trascender. Me enorgullece y compromete a dar lo mejor, a seguir buscando récords. Obviamente me enorgullece trascender, dejar huella, hacer historia”, aseveró veterano arquero.
El guardameta de los Tuzos del Pachuca ha disputado ni más ni menos que 722 encuentros en el máximo circuito, lo que lo convierte en el jugador con más encuentros jugados. A lo largo de su corta carrera ha acumulado dos títulos de liga (Invierno 97 y Clausura 2016), campeonatos de Concacaf y Copa MX, un subcampeonato de Copa Libertadores en 2001, además de gran experiencia con Selección Mexicana, si no pregúntenle a Javier Aguirre, quien se atrevió a sentar a Guillermo Ochoa y a poner al Conejo de titular en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
“De alguna manera estoy consciente de algunos récords, ojalá pueda alargar al de jugador con más minutos jugados o el de jugador con más edad estando en las Ligas. Estas situaciones me motivan y dejan muy contento para seguir adelante”.
Sencillito y carismático, el portero advirtió que va por más y ansia la triple corona: ganar la Liga, Copa MX y Mundial de Clubes con Pachuca. En pocas palabras no pide nada.
“Éste podría ser el torneo de Pachuca y con el Conejo Pérez, yo creo que primero es lo grupal y después lo individual. Es un juego de conjunto y si el primero anda bien, después, como consecuencia, van saliendo las individualidades. Lo primero es que Pachuca ande bien y después, lo que Dios diga”.
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